La espirulina es una cianobacteria comestible, aunque durante mucho tiempo se ha incluido en el grupo de las algas. Es una Gram-Negativa que contiene clorofila (lo que les permite realizar la fotosíntesis).
Esta se emplea por la industria como colorante alimentario natural o es incorporado en la alimentación como un suplemento.
Su auge viene por su contenido proteico y otros nutrientes como los carbohidratos y vitaminas (A, C, E) y vitamina B12. También es rica en fibra y en minerales como el hierro, calcio, y el fósforo y en menor medida en cromo, cobre, magnesio, manganeso, potasio, sodio y zinc. Además, posee cierta cantidad de ácido γ-linolénico (un ácido graso esencial).
Por último, presenta pigmentos como la clorofila A y las ficobiliproteínas (ficocianina C, aloficocianina y β-caroteno).
No obstante, es importante destacar que las cantidades que se suelen consumir de esta son relativamente pequeñas, por lo que, realmente el aporte de los nutrientes mencionados anteriormente se reduce considerablemente.
En la actualidad, esta se está investigando por los efectos que puede tener, aunque, todavía no se han obtenido resultados significativos. Se suele estudiar sobre todo en la prevención del cáncer, el estrés oxidativo, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la artritis, los calambres musculares y la anemia.
Espirulina como suplemento
La espirulina se emplea de forma natural sobre todo como un suplemento en la alimentación. No obstante, no hay que abusar de su consumo, ya que, algunas variedades provenientes de la espirulina poseen altas concentraciones de toxinas marinas, como, por ejemplo, microcistinas, β-metilamino-L-alanina (BMAA), las cuales, una alta cantidad de su consumo podría contribuir a intoxicaciones agudas, cáncer, daños hepáticos y trastornos gastrointestinales. Asimismo, su consumo prolongado también puede conducir a la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Igualmente, también puede existir contaminación por metales pesados como el mercurio, el cadmio o el arsénico.
Por todo ello, la dosis de seguridad recomendada para adultos es de aproximadamente 3-10 g/día, siendo 30 g/d el límite máximo de consumo
Espirulina para veganos y vegetarianos
La población vegetariana o vegana lo suele tomar por completar el aporte proteico que necesitan en su alimentación, sin embargo, la proteína que presenta este alimento es de poca calidad biológica al ser deficitaria en algunos aminoácidos.
Por otro lado, también se suele tomar por el contenido de vitamina B12 que presenta, no obstante, esta vitamina no es biodisponible para nuestro cuerpo, por lo que no sería suficiente.
Otros aspectos de la espirulina
Debido a los efectos que puede tener este producto en función de la dosis establecida, es preferible que para personas con determinadas características fisiológicas el consumo de esta sea supervisado por un profesional. En este grupo entrarían:
- Las personas con problemas de coagulación o medicación con anticoagulantes debido a su efecto anticoagulante.
- Las personas con medicación que afecte al sistema inmunitario.
- Niños, ancianos, mujeres embarazadas y lactantes. Sobre todo, por el contenido en metales pesados que esta pueda tener.
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