¡Estás más delgad@!, ¡Ojo cómo comes!, ¿Sólo vas a comer eso?, “Esos pantalones no te sientan bien”, ¡Qué bajit@ te veo!”… Etiquetar a las personas por su apariencia física es una práctica demasiado habitual en nuestra sociedad. Dedica unos minutos y piensa si tu no lo has hecho alguna vez… ¿Cuántas personas conoces que cambiarían alguna parte de su cuerpo o están avergonzadas de este? Para reflexionar, ¿verdad? Todos podemos estar expuestos a ese tipo de circunstancias, y, en realidad, ¿con qué objetivos se hacen ese tipo de comentarios? Nadie sabe las emociones, las creencias, las circunstancias o el contexto en el que se encuentran las otras personas. Tampoco el daño o las consecuencias se puede causar. Tan solo consiste en ser más empáticos, tener más sensibilidad. No sabemos la historia que hay detrás de cada persona. Todo depende de nosotros.
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