El pasado miércoles hice una publicación sobre el ayuno intermitente. Y para terminar esta, he querido recoger y hablar sobre los mitos más sonados acerca de este:
- Hay menor rendimiento físico.
Todo depende del tipo de ejercicio físico que se haga, de la intensidad, de la duración y del nivel de adaptación al ayuno. También hay que tener en cuenta el timing nutricional a la hora de abordar esto.
- Hay una mayor degradación del tejido muscular.
Cuando hay un ayuno demasiado prolongado y hemos agotado las reservas de glucógeno y los aminoácidos en sangre, se produce un fenómeno denominado gluconeogénesis. Lo que ocurre, es que el cuerpo utiliza las proteínas como sustrato energético para la obtención de energía. Todo depende del tipo de ayuno, la adaptación, de las reservas de glucógeno acumulado y la actividad física que se va a realizar.
- Existen alteraciones en el humor.
Esto depende del tipo de ayuno, de si tienes alguna afección, o bien, de la adaptación a este. Es cierto que en un principio sí que puede costar más una adherencia a este, pero te tiene que gustar y, además, debe tener un proceso de adaptación. Lo importante es que, en esos periodos de tiempo para ingerir alimentos, tengas una alimentación adecuada, variada y suficiente, pero, sobre todo, que te sientas saciado.
- El metabolismo se ralentiza.
Esto se ha visto más en estudios con ratos que en humanos. Lo que ocurre cuando se realiza el ayuno, es que, al principio, hay un pequeño aumento de nuestro metabolismo. Sin embargo, si ese ayuno se prolonga en el tiempo si se produce esa ralentización. Lo mismo ocurre con las dietas hipocalóricas o “dietas milagro”.
- Se tiende a engordar más.
Todo depende de la adaptación que tengas a este y la calidad nutricional y calórica de tu alimentación en la ventana de horas que tienes para ingerir alimentos. En general, el ayuno intermitente contribuye a una disminución de la ingesta calórica debido a que se limitan el número de comidas en el día. Esto, contribuye a la pérdida de peso y de grasa.
- No se puede ingerir líquidos durante el ayuno.
Si que puedes, de hecho, debes mantener una adecuada hidratación en todo momento. Hay alimentos permitidos como el café, el té, las infusiones, pero sin azúcares ni edulcorantes.
Espero que te haya gustado esta publicación. Te deseo un feliz viernes.
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