La Unión Europea y el Gobierno de España han aprobado nuevos alimentos (productos panadería, complementos alimenticios para deportistas, pastas, cereales, etc.) que pueden contener insectos.
Por todo ello, habrá que estar más pendientes de comprobar la composición del producto, ya que, a partir de ahora, la legislación exige que se especifique en el envase de este.
Hoy he querido hablar sobre esto, y, por ello, me gustaría contarte qué es la entomofagia.
La entomofagia es una alimentación, en la cual, se incluyen los insectos y artrópodos. Esto es una tendencia alimentaria que cada vez se está viendo más debido a los movimientos migratorios, la globalización y la fácil transmisión de información. La alimentación a base de insectos se lleva a cabo en diversos países, sobre todo, Asia, África, América Latina y Oceanía.
Los insectos representan un grupo animal muy numeroso y de mayor distribución en el planeta.
Antecedentes
El hombre ha consumido insectos y se alimenta de insectos consciente o inconscientemente desde siempre. La dieta del hombre primitivo, consistía en frutos secos y frescos, miel, tubérculos, hierbas y flores, además de insectos, reptiles, pequeños mamíferos y huevos de aves.
La alimentación es uno de los aspectos del comportamiento humano que más claramente se ve afectado por el aspecto cultural. Lo que para unos es incomestible, para otros es comida habitual. Sin embargo, los insectos pueden estar presentes en productos para consumo humano.
Se estima que una persona ha podido comer más de medio kilo de insectos en toda su vida. A veces, resulta muy difícil eliminar todos estos de los alimentos, aunque no representan ningún peligro para la salud.
¿De qué están compuestos los insectos?
Los insectos son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B, así como, tienen un alto contenido en minerales (sodio, potasio, fósforo, calcio). Sin embargo, dentro de una misma especie pueden mostrar variaciones. Por ejemplo, las orugas de los escarabajos y algunas larvas pueden ofrecer un gran aporte en grasa.
Igualmente, presentan proteínas de alto valor biológico, es decir, contienen casi todos los aminoácidos esenciales que necesitamos conseguir a través de la alimentación.
Consumo de insectos
Inicialmente, para poder consumirlos hay que purgarlos y que expulsen todo el material fecal. Se dejan en un recipiente ventilado del que no puedan escapar durante 24 horas con algo de verdura, como, por ejemplo, trozos de lechuga. Posteriormente, se lavan bien con agua y se secan.
Para matarlos se utiliza tanto frío (congelación) como calor (agua hirviendo). Sin embargo, en algunos casos se ingieren vivos.
Otros, necesitan un tratamiento más especial para su consumo.
Consecuencias de consumir insectos
Algunos insectos pueden favorecer al desarrollo de enfermedades mediante diversos mecanismos, o bien, pueden ser el vehículo de transmisión de una enfermedad. Igualmente, pueden transmitir venenos y sustancias tóxicas.
Por otro lado, también pueden causar hipersensibilidad, es decir, reacciones alérgicas.
Esto puede prevenirte si estos insectos son criados en zonas conocidas y se alimentan exclusivamente de vegetales. Para garantizar la inocuidad, también es preferible que sean cocinados.
Entomofagia y sostenibilidad
Si lo comparamos con la ganadería tradicional, la cría de estos puede ofrecer una mayor sostenibilidad. Además, pueden ser criados en una mayor densidad de suelo y también ser alimentados con desechos vegetales o plantas no aprovechadas por el hombre. Asimismo, se utilizan menos cantidades de agua para su cría que el ganado tradicional.
Por todo ello, se puede afirmar que la ingesta de insectos y artrópodos es cada vez mayor en países donde esta era repudiada o desconocida. Además, en algunos países puede ayudar a saciar el hambreo reducir la desnutrición. No obstante, su consumo requiere de un estricto control higiénico y sanitario.
En la misma línea, hay una gran barrera cultural para la aceptación de este tipo de alimentos, y sin duda, requiere de esfuerzo y un cambio para facilitar la inclusión de estos en la alimentación habitual.
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