El aguacate es un alimento muy versátil que se puede añadir a múltiples platos. No obstante, en el momento en el que se abre se oxida muy fácilmente afectado tanto a su aspecto, como a su gusto y composición debido a una reacción que sufre tras el contacto con el aire (oxígeno).

Una práctica habitual, aunque poco efectiva, es dejar el hueso en la parte que no se va a consumir, envolverlo y guardarlo en la nevera. Hoy te traigo 5 trucos para retrasar la oxidación de este y que dure más tiempo:

  1. Añade zumo de limón a la pulpa. La conservación se debe al ácido de este, no obstante, también se puede modificar el sabor de aguacate. Por ello, también se puede añadir una cebolla para contrarrestar esa modificación sensorial.
    Otra opción sería hacer guacamole con la parte sobrante para que dure durante más tiempo.
  1. Rocía la pulpa con aceite de oliva. Este hace de barrera para que el fruto no entre en contacto con el oxígeno.
  2. Introduce el aguacate boca abajo en un recipiente con agua potable fría y ciérralo con una tapa hermética. Esta técnica es más efectiva si el aguacate aún no está muy maduro, ya que, la pulpa se va volviendo más blanda y cremosa y se va modificando la textura.
    También puedes envolverlo en un trozo de papel mojado con agua potable.
  3. Envásalo al vacío y guárdalo en el frigorífico.
  4. Añade en un recipiente hermético una cebolla fresca morada cortada. No obstante, si no quieres que se vea modificado el sabor, intenta que la pulpa no se toque con la cebolla.

¡Espero que te ayude!


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