Lo que más oigo en las consultas o a mi alrededor cuando se trata de priorizar por la alimentación, es que no hay tiempo. Las largas tareas laborables, y también, otras actividades a lo largo del día pueden repercutir en esta.
Primeramente, habrá personas a las que le cueste organizarse un poco más por el ritmo de vida que llevan. No obstante, en ocasiones, es más el nivel de prioridad que le damos a cada tarea. Tan solo con ver el tiempo que pasamos con el móvil o enfrente de una pantalla nos valdría para saber, si realmente tenemos tiempo para gestionarnos un poco mejor.
Organizar y prepararse las comidas no es tan complicado como parece. Además, estarás invirtiendo en ti y en tu salud.
Hoy te traigo 6 consejos para hacer que tu alimentación si que pueda ser más saludable, con poco tiempo y una mejor gestión:
- Planifica tu semana. Lo mejor para aprender o mejorar hábitos saludables es elegir un día de la semana y realizar esto. Yo, normalmente lo hago a final de semana (viernes o domingo). No solo tengas en cuenta la alimentación, sino, toda tu rutina diaria: actividades, trabajo, ocio, reuniones o encuentros, etc. Es importante revisar todas las rutinas diarias y organizarte con estas.
Aquí te dejo un planificador semanal para que te lo puedas descargar por si te sirve de ayuda:
Pincha aquí: Documento planificador semanal - Organiza tu menú. Una vez que ya sabes de qué tiempo dispones para elaborar tus comidas, realizarás un menú para toda la semana. Este debe ser variado, equilibrado y suficiente. Aconsejo que, si no sabes muy bien cómo plantearlo, sigas El Plato de Harvard para realizar tus comidas: Medio plato deben ser alimentos vegetales, 1/3 alimentos proteicos (carne, pescado, huevo, tofu, tempeh, soja texturizada, heura) y 1/3 de granos integrales (pastas, arroz, pan…).
No obstante, este no tiene en cuenta el consumo de legumbres. Estas son ricas en proteínas e hidratos, por lo que, no se sabe muy bien cómo clasificarlas. Yo lo que suelo hacer es incluirlas en el grupo de “granos integrales”, también depende del objetivo. No obstante, a veces las suelo combinar con cereales, como, el arroz, para conseguir una mayor calidad proteica, y en ese caso, las incluiría en “alimentos proteicos”.
Para finalizar este punto, es necesario recordar que en toda alimentación debe estar presente el consumo de fruta. - Realiza la lista de la compra. Una vez que ya tienes hecho tu menú, es más fácil realizar esta. También es necesario saber de lo que dispones en la nevera y en la despensa.
- Elige un día de la semana para hacer la compra. Es preferible que a esto vayas sin hambre y con todo planificado, ahorrarás en tiempo y también a nivel económico.
- Prepara las comidas. Es preferible que se cocina diariamente. Aunque, también es importante el nivel de cansancio que tengas y el que te guste cocinar. Si eres de las personas que sienten más pereza para elaborar estas, o bien, te sientes muy cansado/a con tu rutina diaria, te aconsejo que optes por el batch cooking (cocinar por lotes) para varios días de la semana.
Finalmente, también hay que tener en cuenta dónde vas a comer. - Fija un horario para comer. A veces, por cuestiones laborables u otras, vas posponiendo el horario de tus comidas, y al final, terminas comiendo muy tarde, o bien, picoteando. Es importante establecer un horario y cumplirlo como si fuera una tarea más. Lo mismo ocurre con nuestra hidratación, no hay que olvidar esta.
Por último, quiero recordar que no solo es fundamental tener una buena alimentación, sino que, la práctica de ejercicio físico y nuestro descanso son clave para cuidar nuestra salud. Al principio puede resultar costoso modificar rutinas diarias para crear un nuevo hábito, sin embargo, la recompensa puede ser muy beneficiosa. No tiene porqué ser todo al mismo tiempo, sino, ir poco a poco. Los grandes cambios se consiguen con pequeñas acciones.
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