La alimentación saludable va más allá de seleccionar alimentos entre nutritivos y no nutritivos. Se trata de un enfoque integral que considera el equilibrio entre el cuerpo, la mente y las emociones.

Lo que comemos está profundamente ligado a cómo nos sentimos y cómo nos relacionamos con la comida.

Por ello, es importante el hecho de estar presente y ser conscientes en el momento de alimentarnos. Estar más atentos a cómo, cuándo y por qué comemos puede ayudarnos a tomar decisiones alimentarias más equilibradas y satisfactorias.

El cuerpo es un todo

El cuerpo humano no es solo un conjunto de sistemas fisiológicos, sino una integración en la que se incluye la mente, el cuerpo y las emociones.

La clave de una alimentación saludable radica en encontrar un equilibrio. Esto significa escuchar a nuestro cuerpo de manera consciente y responder a sus necesidades de forma equilibrada. No se trata de hacer siempre lo que queremos en el momento, sino de buscar un punto medio que nos permita cuidar nuestra salud física sin descuidar nuestra salud emocional.

  • Cuerpo: Nutrir nuestro cuerpo con alimentos variados y equilibrados que proporcionen los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento.
  • Mente: Ser conscientes de nuestras decisiones alimentarias y de cómo éstas afectan nuestro bienestar general.
  • Emoción: Reconocer y gestionar las emociones que pueden influir en nuestros hábitos alimentarios.

¿Cómo podemos comenzar este camino?

  • Procura vivir el presente. Intenta estar presente y consciente en los momentos de alimentarte y desconecta el “piloto automático”.
  • Intenta llevar a cabo un estilo de vida saludable. No solo cuidando la alimentación, sino también, el ejercicio, el estrés y el descanso.
  • Realiza actividades que disfrutes, te ayuden relajarte y a moverte. Si no lo disfrutamos, no conseguiremos mantener esas actividades a largo plazo. Busca aquellas que te hagan sentir bien y no necesitan gran tiempo. El necesario para que te sientas a gusto con tu día a día. Empieza poco a poco.
  • Utiliza un lenguaje positivo. En ocasiones, actuamos desde el juicio o la crítica, incluso con nosotros mismos. Se le da más relevancia a lo malo que a lo bueno. Cuando utilizamos mensajes desde el amor o desde un lado más compasivo, alejamos al cuerpo de barreras o luchas con nosotros mismos y nos acercamos a nuestros objetivos de forma más cómoda y sin limitaciones.
  • Somos mucho más que nuestra condición física. No somos más valiosos por tener ciertos cuerpos. Además, los cuerpos normativos NO EXISTEN. Somos seres complejos y es necesario aceptarnos y cuidarnos en todos los niveles.

Espero que esta publicación te ayude a comprender mejor qué significa realmente una alimentación saludable y cómo puedes integrarla en tu vida de manera equilibrada y consciente.


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