Seguramente tras un evento, cena, celebración o algún tipo de festividad en la que hayas ingerido grandes cantidades de alcohol, hayas experimentado lo que todos conocemos como resaca. Ésta, es la combinación de síntomas mentales y físicos experimentados horas posteriores de un episodio de consumo excesivo de alcohol.
El conocimiento sobre la resaca es limitado, ya que ha sido escasamente investigada, por ello, hoy en día no existe un tratamiento único, eficaz y disponible para combatir ésta. Actualmente, se han investigado varias causas que pueden explicar el desarrollo de la resaca:
- Los metabolitos del alcohol. El alcohol es metabolizado formando una sustancia llamada el acetaldehído, este compuesto es difícil de degradar y afecta sobre todo a la función del estómago. Sin embargo, hay evidencias que indican que otros productos presentes en el alcohol de diferentes bebidas pueden intervenir en la aparición y en la intensidad o gravedad de la resaca.
- Una respuesta inmune causada por el excesivo consumo de alcohol. Ello se debe a que el alcohol puede alterar la producción de citoquinas (sustancias encargadas de regular el mecanismo de la inflamación), entre otras causas.
- Alteraciones hormonales. El alcohol inhibe la función de la hormona antidiurética (ADH) sobre el riñón, por lo tanto, aumenta la diuresis (secreción de orina) y conlleva a una situación de deshidratación. Además, si no hay una correcta hidratación, los vasos sanguíneos se estrechan y se puede producir dolor de cabeza.
- Alteraciones hemodinámicas. Se produce un aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial.
- La disminución de glucosa en sangre. Esta disminución, produce acidosis metabólica y, con ella, que uno se sienta fatigado, confuso o cansado.
Síntomas de la resaca
La gravedad de los síntomas puede variar en función de otras circunstancias como: el ayuno, la cantidad y la calidad del alcohol, el sueño, la actividad física, la deshidratación, el estado físico, etc.
Los síntomas más comunes de la resaca son: el cansancio, la fatiga, la sed y el dolor de cabeza. Otros síntomas pueden ser: Una mayor sensibilidad a la luz y el sonido, temblores, dolores musculares, estomacales, anorexia, mareos, vértigos, alteraciones en el humor, ansiedad, irritabilidad, etc.
¿Cómo se elimina el alcohol del cuerpo?
En resumen, la mayor parte del alcohol consumido se metaboliza en el hígado, a través de una enzima llamada alcohol deshidrogenasa, que transforma el alcohol en acetaldehído. El proceso de metabolización del alcohol es lento. Además, el acetaldehído necesita de un glutatión para su degradación. El glutatión, está presente en todo el cuerpo, pero sobre todo en el hígado. Lo que ocurre, es que el alcohol en exceso hace que el hígado no sea capaz de metabolizarlo e intoxica el organismo.
¿Cómo prevenir la resaca?
- No bebiendo alcohol, ya que además, solo te proporcionará calorías vacías, es decir, sin ningún tipo de valor nutricional.
- Si bebes, que sea con moderación y evitando mezclar las bebidas.
- Evita la deshidratación bebiendo más agua, sobre todo entre las copas.
- No bebas con el estómago vacío, de esta manera, podrás disminuir el vaciado gástrico y por lo tanto, producir una menor elevación del alcohol en sangre.
Y si ya tienes resaca…
- Hay muchos remedios caseros y agentes profilácticos para afrontar las resacas, pero la evidencia científica de la efectividad que tengan es escasa. Algunos compuestos ayudan a reducir los síntomas. Sin embargo, es recomendable no utilizar analgésicos antinflamatorios (ibuprofeno, aspirina, etc.) para aliviar el dolor de cabeza, estos, en combinación con el alcohol, pueden ocasionar daño en la mucosa gástrica.
- Evita las comidas copiosas, los fritos, etc., ya que este tipo de comidas requieren un mayor trabajo a la hora de hacer la digestión y en este tipo de casos, casi todos los órganos se ven afectados, por lo que debes optar por técnicas culinarias más sencillas: al vapor, hervidos y a la plancha.
- Sigue bebiendo agua para combatir la deshidratación.
- Ten una comida sencilla en la que asegures algo de aporte de hidratos de carbono para recuperarte de la hipoglucemia sufrida por el alcohol. La fruta fresca podría ser un buen aliado, ya que te aporta agua, minerales y fructosa procedentes de los azúcares que ofrece.
- Evita el consumo de estimulantes como el café.
- Las verduras de hoja verde (alcachofa, brócoli, escarola, etc.), ofrecen acciones depurativas, por lo que pueden servir como coadyuvantes para favorecer el proceso de recuperación. Además, puedes hacer caldos, sopas frías o batidos con estas.
- Intenta descansar lo máximo posible.
En general, muchas personas se han encontrado en esta situación en algún momento de su vida, y por eso, me ha resultado interesante hacer este artículo, sin embargo, quiero que tengas en cuenta que el consumo de bebidas alcohólicas no trae nada bueno, y que, además, casi todas las bebidas siempre van acompañadas de refrescos, los cuales, presentan grandes cantidades de azúcares.
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