Cada vez somos más conscientes de que existe una relación compleja entre nuestra alimentación (lo que ingerimos) y las emociones que tenemos o sentimos.

¿Alguna vez te has cuestionado por qué te apetece un alimento en específico en un momento determinado?

La conducta alimentaria es la forma que tenemos de relacionarnos o comportarnos con la comida. Para ello, influyen muchos factores a tener en cuenta:

  • Factores biológicos:

-Hambre-saciedad. Es una necesidad para cubrir requerimientos energéticos y nutricionales para conseguir el correcto funcionamiento del organismo. Tras la ingesta se genera la sensación de saciedad.

-Sentidos. Vista, oído, olfato, gusto y tacto. Interfieren en la elección de los alimentos.

-Patologías o afecciones. Determinadas afecciones pueden interferir en la elección o ingesta de algunos alimentos, como, por ejemplo, alergias alimentarias, intolerancias, problemas gastrointestinales, problemas dentales…
-Palatabilidad. Placer al ingerir un alimento. Depende del sabor, la textura, el aroma…
-Genética.  Hay personas que son más sensibles a sabores, como, por ejemplo, al sabor amargo de los alimentos al ser hereditario.

  • Factores económicos:

-Precio de los alimentos. Se ha visto a que a menor poder adquisitivo peor es la calidad nutritiva que se obtiene a través de la alimentación.
-Nivel educativo y conocimiento.  En general, a mayor conocimiento, mayor es la capacidad de elegir una alimentación más nutritiva y saludable.

  • Factores psicológicos:

-Estado emocional. El cómo no sentimos (tristes, alegres, enfadados…) puede influir en la elección de los que comemos, así como, las cantidades.

-Estrés o ansiedad. Puede influir en la elección de los alimentos y sus respectivas cantidades.

  • Factores sociales y culturales:
    -Cultura. Hay una gran influencia en las costumbres, el modo de cocinar los alimentos y la elección de estos últimos.
    -Entorno social. Somos seres sociales y la mayoría de los encuentros los hacemos en torno a una comida. Asimismo, el comer fuera de casa también ha aumentado y, con ello, la influencia en nuestras elecciones.
    -Religión. Esta puede interferir en nuestra alimentación mediante la restricción, la disminución o limitación en momentos determinados o la distribución, entre otros.

-Marketing y campañas de publicidad. Fomenta el consumo de determinados alimentos contribuyendo a la modificación de hábitos de las personas.


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