En un proceso de un cambio de hábitos no es solo importante el compromiso propio de cada persona, sino también, el contexto en el que se mueve: social, familiar, cultural y ambiental.

Nuestro entorno puede ser un motor que impulse o un obstáculo que dificulte los cambios deseados.

¿Por qué es importante el entorno?

Contar con personas cercanas que refuercen el cambio genera motivación y disminuye la sensación de soledad.

El lugar donde vivimos y las personas con las que compartimos tiempo determinan lo que tenemos disponible para comer.

Las costumbres familiares o sociales pueden ser un reto (por ejemplo, comidas en grupo, celebraciones).

La presión del grupo con comentarios negativos, bromas o la falta de comprensión pueden minar la confianza en el proceso.

¿Y qué puedo hacer si estoy en un cambio de hábitos y esto me influye?

  • Comunica tus metas: Habla con tu entorno sobre los cambios que estás haciendo y por qué son importantes para ti. Esto puede facilitar la comprensión y el apoyo.
  • Rodéate de aliados: Busca personas con hábitos similares o que también estén interesadas en mejorar su alimentación.
  • Evita los extremos: Sé flexible en situaciones sociales, como cumpleaños o comidas fuera, y adapta los cambios gradualmente.

¿Y cómo podrían ayudarme las personas de mi entorno en ese cambio de hábitos?

  • Evita los juicios: No critiques ni hagas bromas sobre las decisiones alimentarias de quien está cambiando. Cada uno tiene su historia detrás (la cual quizás no sepas) y simplemente, en lugar de eso, muestra interés, apoyo.
  • Si comes con esa persona, incluye opciones nutritivas en las comidas compartidas.
  • Sé flexible: Adapta algunos planes grupales, como acudir a restaurantes con variedad de platos o actividades que no giren siempre en torno a la comida.
  • Refuerza positivamente: Celebra los logros, aunque sean pequeños. Por ejemplo, “Qué bien te estás organizando con tus comidas”.
  • Educar sobre la flexibilidad: Explica que no es necesario comer «perfecto» todo el tiempo.

Un cambio de hábitos sostenible depende tanto del esfuerzo individual como del entorno que lo rodea. Además, no es necesario seguir todo a la perfección todo el tiempo. Mantener un equilibrio entre lo que quieres y lo que necesitas también es parte del éxito.

En pocas palabras, el entorno puede facilitar o dificultar la adherencia a los nuevos hábitos. Reconocer esto es clave para diseñar estrategias efectivas de cambio.

 


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