La mentalidad dieta es un conjunto de creencias, reglas y patrones de pensamiento que han sido internalizados a lo largo del tiempo debido a la cultura de la dieta y al bombardeo de mensajes sobre la delgadez como sinónimo de salud y éxito. Esta mentalidad se basa en la idea de que el control del peso a través de la restricción alimentaria es necesario para alcanzar el bienestar y la aceptación social.
¿Por qué se desarrolla la mentalidad dieta?
Surge como resultado de múltiples factores:
- Condicionamiento social y cultural: Desde pequeños, se nos enseña que ciertos cuerpos son más aceptables que otros. Revistas, redes sociales y discursos familiares refuerzan la idea de que la delgadez es el estándar de belleza y salud.
- Experiencias personales: Haber sido juzgados por el cuerpo o recibir comentarios sobre el peso puede hacer que internalicemos la necesidad de modificarlo.
- Modelos en el entorno: Si en casa o en el círculo cercano se habla de dietas constantemente, se pesan los alimentos o se refuerzan ciertos comportamientos restrictivos, se normaliza esta relación con la comida.
- La industria de la dieta y la medicina pesocentrista: Se ha promovido la idea de que la pérdida de peso es la única vía para mejorar la salud, obviando otros factores como la relación con la alimentación, el estrés, la genética o los hábitos sostenibles a largo plazo.
Reglas de la mentalidad dieta
La mentalidad dieta suele incluir normas rígidas que condicionan la relación con la comida y el cuerpo. Algunas de ellas son:
- Los alimentos se etiquetan como «buenos» o «malos».
- «Para estar sano hay que pesar menos»: se asume que el peso es el único indicador de salud.
- “El hambre se debe controlar»: se ignoran las señales internas del cuerpo.
- «El ejercicio como castigo o compensación»: se ve como un medio para quemar calorías y no como una forma de bienestar y autocuidado.
- «Si rompes la dieta, has fracasado»: se promueve la culpa y la compensación tras una «transgresión».
¿Cómo abordar la mentalidad dieta desde una visión no pesocentrista en consulta?
El objetivo no es «luchar contra la mentalidad dieta» directamente, sino reeducar, cuestionar creencias y acompañar a la persona en un proceso de reconciliación con su alimentación y su cuerpo.
- Cuestionar y desarmar creencias
A través del diálogo y la educación nutricional, se ayuda al paciente a identificar y reflexionar sobre las reglas que ha interiorizado. Preguntas como:
- ¿De dónde viene esta creencia?
- ¿Cómo te ha afectado seguir esta regla?
- ¿Qué pasaría si dejaras de seguirla? permiten explorar la relación con la comida y el cuerpo.
- Fomentar una alimentación intuitiva y consciente
Se trata de reconectar con las señales de hambre y saciedad, permitiendo que la persona recupere la confianza en su cuerpo en lugar de depender de normas externas. - Desvincular el peso de la salud
Es clave explicar que la salud no es un número en la báscula. Se pueden incluir otros indicadores como la energía, la digestión, el estado de ánimo, la relación con la comida y el cuerpo. - Trabajar la autocompasión y la flexibilidad
La culpa y la autoexigencia son características de la mentalidad dieta. Ayudar al paciente a desarrollar una mirada más amable hacia sí mismo es esencial para romper el ciclo restrictivo-compensatorio. - Promover hábitos sostenibles y placenteros
El cambio no debe ser forzado ni basado en la restricción, sino en la incorporación progresiva de conductas que generen bienestar a largo plazo.
En conclusión
La mentalidad dieta no solo impacta la forma en que comemos, sino también la forma en que nos percibimos y cuidamos. Como profesional de la nutrición y la salud, mi papel no es «poner dietas», sino acompañar en el proceso de desaprender creencias limitantes y construir una relación con la alimentación basada en el respeto, el disfrute y la salud integral.
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